domingo, 9 de septiembre de 2012

El azotado por Dios


Decía Platón en la metáfora de la cueva (nombre que le da para que nadie malentienda el significado de su obra) que el temor al cambio es algo propio del ser humano y su naturaleza idiosincrática. Así como el canibalismo, los cultos, y el genocidio, el temor al cambio es inevitable e indispensable. ¿Sino por qué sería que Atila el Huno declinó a tomar Roma luego de pasar una tarde con Leo I? Seguramente Leo le dijo a Atila que los europeos que dominaría si tomaba Roma era un montón de locos ilusos, chillones, cobardes,  que vendrían todos los días a pedir audiencia con él, formarían gremios, sindicatos y a parte eran católicos y le exigirían lo mismo. La idea del cambio al pasar de ser jefe supremo y ordenar a su pueblo lo que se le plazca, a soportar sindicatos y chillones y tener que ir a misa los domingos fue seguramente la razón por la cuál Atila decidió retirarse. Sería un cambio muy fuerte. Platón tenía razón después de todo.

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